El consumo de alcohol y drogas se controla en muchos ámbitos de la vida, ya sea en el tráfico rodado, en el trabajo o durante las competiciones deportivas. Se utilizan varios métodos de prueba para detectar el consumo. Los análisis de saliva y orina se utilizan con especial frecuencia. Pero, ¿cuáles son las diferencias entre estos dos métodos? ¿Qué ventajas e inconvenientes tienen?
Ambos tipos de pruebas se utilizan para detectar metabolitos de sustancias en el organismo. Mientras que las pruebas de alcoholemia suelen medir el contenido directo de alcohol, las pruebas de drogas buscan restos de las sustancias consumidas o sus metabolitos.
Funcionalidad
La prueba de saliva la realiza la persona sometida a la prueba utilizando su propia muestra de la cavidad bucal mediante el colector de saliva.
La muestra de saliva se recoge en el colector. Según el tipo de prueba, la muestra se toma directamente o se presiona en el recipiente de la prueba. La muestra se distribuye automáticamente y activa las tiras reactivas.
Rápido y fácil de llevar a cabo: no requiere una sala especial ni una preparación compleja.
Detectabilidad inmediata: las pruebas de saliva reconocen las sustancias poco después de su consumo.
Bajo riesgo de manipulación: Como la muestra se toma bajo supervisión, el fraude es más difícil.
No invasivo: a diferencia de los análisis de sangre, no requiere aguja.
Corto tiempo de detección: las pruebas de saliva normalmente sólo pueden detectar drogas durante unas horas hasta un máximo de uno o dos días.
Sensibilidad a factores ambientales: comer, beber o mascar chicle puede influir en el resultado de la prueba.
Menos fiable para algunas sustancias: El cannabis en particular es más difícil de detectar en muestras de saliva.
Funcionalidad
En un análisis de orina, se recoge una muestra de orina en un recipiente estéril. Se analiza directamente in situ con una tira reactiva o se envía al laboratorio para obtener resultados más precisos. Los análisis de orina buscan metabolitos de las drogas que el organismo descompone tras el consumo y excreta por los riñones.
Mayor tiempo de detección: Muchas sustancias pueden seguir detectándose en la orina días o incluso semanas después de su consumo.
Alta sensibilidad: los análisis de orina suelen ser más sensibles que los de saliva y pueden detectar incluso pequeñas cantidades.
Rentable: Este método es especialmente económico para pruebas masivas.
Riesgo de manipulación: Hay formas de falsificar las muestras de orina, por ejemplo diluyéndolas o utilizando orina sintética.
Invasión de la intimidad: Orinar suele percibirse como algo desagradable, sobre todo si se hace bajo supervisión.
Lenta detectabilidad directamente tras el consumo: Pueden pasar varias horas antes de que las drogas o sus metabolitos sean detectables en la orina.
La toma de muestras es sencilla y no invasiva, sin necesidad de una sala especial ni de una preparación compleja.
Las sustancias pueden detectarse en la saliva poco después del consumo, lo que hace que la prueba sea ideal para controles agudos (por ejemplo, controles de tráfico).
Como la muestra se toma bajo supervisión y directamente de la boca, la falsificación o manipulación de la muestra es prácticamente imposible.
La prueba es menos desagradable que los análisis de sangre u orina y no requiere intimidad, por lo que es más discreta y menos invasiva.
La prueba de saliva se realiza tomando una muestra de la cavidad oral con un bastoncillo de algodón o un dispositivo especial. A continuación se analiza la muestra en busca de sustancias o de sus productos de degradación. Las pruebas rápidas proporcionan resultados en pocos minutos, mientras que las pruebas de laboratorio permiten análisis más precisos.
El tiempo de detección varía en función de la sustancia. Por regla general, las drogas pueden detectarse entre unas horas y un máximo de 1 ó 2 días después de su consumo. El alcohol suele ser detectable sólo durante unas horas, mientras que el cannabis o la cocaína pueden detectarse hasta 24 horas en determinadas circunstancias.
Las pruebas salivales se utilizan a menudo en controles de tráfico, pruebas en el lugar de trabajo, eventos deportivos y rehabilitación de drogadictos. Son ideales para situaciones en las que se requiere un método de prueba rápido, no invasivo y a prueba de manipulaciones.
Las pruebas de saliva son muy fiables para la detección inmediata del consumo, pero tienen un tiempo de detección más corto que las pruebas de orina. Son menos sensibles para algunas sustancias (por ejemplo, el cannabis), pero son más difíciles de manipular. Las pruebas de laboratorio pueden aumentar aún más la precisión.
Sí, algunos alimentos, bebidas o enjuagues bucales pueden afectar a los resultados de la prueba. Por lo tanto, lo ideal es que el sujeto de la prueba no coma ni beba nada 10-15 minutos antes de la toma de la muestra para no afectar a la precisión de la prueba.
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